10.6.20

Escafandra

Inhala
largo, lento y profundo.

Contiene el aliento
y sumérgete en las aguas
del pasado,
espía por la claraboya
ojo de buey
de ese viejo barco
donde todavía
la llama de una vela
burla la falta de oxígeno
y respira.

Empuja la arena herida
con la planta de tus pies
dormidos,
enciende la pulpa
de tus ímpetus,
sacude los arcos del cielo
con tu voz
despierta.

Salta como un gato
sin tomar envión
desnuda tus garras
en la corteza
del silencio.

"Escafandra
y me visto profundo en el mar sin presión..."

6.6.20

Dile a la ninfa

Anoche soñé con toda el agua que podría haber: río, mar, cascada y bruma.
También estabas vos, de traje, elegante y altivo, como siempre.
Se suponía que debías estar disfrazado, pero ya no querías jugar.
Estabas de bonito.

Yo hacía mi camino sola y cuando pasaba junto a vos, 
solo te sonreía.
Subí y baje por escaleras, compartí con distinta gente. 
En uno de los descansos había un río, 
un río bajo de agua clara. 
En otro de los descansos
el río se perdía entre las montañas 
y llenaba una cascada 
que no llegué a ver.
Un poco más allá estaba el mar 
que iba y venía 
besándome los pies. 
Todo estaba teñido de blanco e índigo.

Había unos columpios en la orilla y, cuando estaba sentada en ellos, el mar me empuntillaba de espuma la larga falda.
En algunas partes había mucha bruma. 
El río también me mojaba los pies y, al apoyar las manos en su cauce, podía verlas a través del agua.
- ¿Hasta acá es el recorrido?
- No, sigue un poco más, si querés bajar. Ahora, después, te la debo para volver a subir.
- ¿Es muy difícil la vuelta?
- Si, bastante.
- Bueno, entonces tal vez decida buscar otro camino de salida, en vez de volver.

Un río
a la sombra del camino
un valle
marca la fuga del reloj
un cactus
a la orilla de este río
un cactus
que florece libre
refleja la luna

en las comisuras de tus ojos
pestañas dormidas
las hebras de mi pelo
que tejen una trama
con colores de aguayo
en la pared del baño
un verso se desliza
perdiéndose para siempre
algo me hace acordar a vos

abajo del agua,
te canto.

1.6.20

Flotación

Ver tus pelis favoritas es estar un rato con vos, igual

hace días que no tengo tiempo para el cine.

Me gusta dejar un asiento libre ahi, por si funciona la telepatia

y llegás a aparecerte.

Me pierdo en el infinito fondo de lo que era un capucchino.

Miro la tapa del libro que me regalaste y pienso en Sheldon Cooper y en sus tocs.

Y pienso en vos, y en tus tocs. En tus manías prestadas y en tus costumbres
tan afectadas.

Me gustaría saber quién sos detrás de todas esas mañas, cuando llegás a tu casa y te animás a hablar con acento, ensuciarte las patas y escribir con faltas.

Bueno, basta.

Salgo del bar, me calzo los auris, le doy play a las canciones que te robé mientras dormías y me voy dando pequeños saltitos, alternando colores de las baldosas para ver si estoy despierta, o si (al fin!) salgo flotando en esta vuelta.

A veces, cuando veo un músico en la calle, pienso que podría ser vos.

Entonces le tiro un cincuenta, o lo que tenga. Y me quedo un rato ahí, imaginándote, mientras tu voz sale por mis auriculares y él hace la mímica. Lo veo tocar tus canciones en el aire.

Llueve agua tónica, pero de la Sweeps, que es un poquito menos dulce. .