2.6.17

Otoñando

De vez en cuando es preciso tomarse un respiro
planchar las arrugas, descansar la persona
depositar las máscaras en el tacho de la ropa sucia
soltarse las trenzas y cepillarse el pelo con parsimonia,
sacando uno a uno los amores secos y los cascabeles
que acusan las presencias.

De vez en cuando es necesario vaciar el hígado
licuar la sangre
dejar que los ojos vayan hacia el fondo del abismo
estrujarse los brazos y las piernas hasta la última gota de lo ajeno
dejarse drenar por el huequito de la bañera bajo la ducha.

De vez en cuando es tentador salir de la propia piel
cantar con otra voz
desconocer el rostro en el espejo
caminar de a saltitos
olvidarse el vestuario de hacerse la qué
en otra cama o en otra luna.

De vez en cuando es indispensable entregarse a mutar.



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