13.7.25

Raices de cemento

 Tenía alas en los pies 

solían ser suaves, 

cuando danzaban.

Han encallecido ahora

al igual que mis manos

y mis entrañas.

En invierno 

el aliento frío

del viento 

amontonaba nubes

de palabras;

mi horizonte

no se congelaba,

mis sentidos

no se apagaban.

Los mares ardían

las aguas se abrían

a mi paso.

Alguna vez decrete: 

"que pueda vivir 

siempre en la belleza";

bajo la tierra espero

broten mis pasos

de savia nueva.


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