16.6.07

Querido:

Encuentro después de tanto tiempo que tus ojos todavía tienen el mismo poder sobre mí. No, no son tus ojos de colores, ni tu lunar cerca de la pupila; es tu mirada. Y no sólo la tuya, sino la de muchos otros a quienes supe querer. No es que me pase con todos, pero es algo que suele sucederme.

La cuestión aquí es que los tuyos todavía me enceguecen. Después de meses aún iluminan el lugar donde nos encontramos, la mesa donde tomamos el té. Si hasta la camarera te sonríe con pudor. Todavía logran hacerme estallar en mil colores y es cuando vos decís que brillo. Sí, ya se, a nosotros nos gusta el negro, but still…

Todavía creo que tu sonrisa es como aquella versión de ese cuadro de Klimt hecho con piedras que vi en el paseo y hubiera querido dedicarte. Todavía intento, pero no logro definirte ni compararte.

Estuve frecuentando ciertos lugares que solíamos recorrer. Algunos cambiaron bastante: la casa de saldos con libros y vinilos en el Paseo Colonial cerró, aquella otra donde solíamos pasar la tarde ya no tiene nada interesante, el bar del galpón ahora es una extensión de la feria y la cafetería se cae a pedazos.
Pensaba en cómo dejé de hacer las cosas que disfrutábamos juntos, cómo dejé de ver a todos, cómo dejé de buscarte. Pensaba cómo pasó tanto tiempo sin que volviera a escuchar esa música o ponerme esa remera (la misma que elegí ahora, por aquella noche).

¿Por qué cada vez me obligo a empezar de nuevo?
Cancelar todo eso es cancelar también los recuerdos, los sentimientos.
Es, de alguna manera, cancelarte.
Borrar tus indicios en mis textos.
Cerrar los ojos para que no me veas.

Me alegra que vos también brilles, que no te haya ganado la sombra.
Sólo espero no encontrarte tan seguido entre mis cosas.

14.6.07

Clonazepam

Desvanecimiento en tres tomas

Uno
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Exhala. La habitación está oscura. La puerta, cerrada. Silencio.Vuelve en sí. [Otro día]. Mierda. Sigo vivo. [Piensa]. Su cuerpo se hunde en el colchón. Sigue inmóvil. Le duelen los pies. [Siempre]. El cuerpo le pesa. Abre los ojos despacio, lentamente, casi con resignación. No le sorprende amanecer en una cama doble. Tampoco el hecho de no estar seguro de saber a dónde se encuentra. Busca algo familiar en la habitación, sus ojos revolotean por los rincones y piensa en algún motivo aceptable para seguir respirando. Es natural, ya no le inquieta. Primer sentimiento del día: ganas de morir...

Clonazepán


Sobre este cuento me gustaría que me digan si les parece que podría presentarlo en un concurso.
Críticas y correcciones más que bienvenidas. Gracias por su tiempo.

Deja Vu

"La charla avanzaba animadamente hasta que él comienza a besarla,
nunca es agradable ser el que sobra, pero esta vez era peor,
digo, el no era un mal tipo pero de los dos debía ser yo.

No porque sea mejor, sino porque así estaba escrito,
porque éramos demasiado el otro, porque ella era demasiado yo
y yo demasiado ella.

Para él era una victoria más quizás, y una sin demasiada batalla,
para mí era volver a mi agujero, y esperar que ella se cansara de él,
para nosotros fue el fin de la velada. "

Demasiado ELLA, demasiado YO.
Por Damián

Si creo en vos o creo en mí...