9.12.24

Antigua melodia de la tierra

En la quietud de la tarde
puedo escuchar tus pasos
sobre la húmeda arcilla.

Puedo intuir
el croar de las ranas
en cada poro de su piel
vieja y surcada por el viento,
que lleva su canto como brisa fresca
y despierta un pastizal dormido
en cada primavera.

Antigua melodia de la tierra.

7.12.24

Mover adentro y afuera - jitanjafora

 El papiero chedoro tiesosnete la frentosera.
La mazobrano laduinola hacia farvelera.
Esteloro pulserulo válleme a jorir,
veyo al papisero labreso raderaca,
gosi sopulimle y rópeme.


Me observo de cerca, me miro en macro. Me cuesta salir de los lugares comunes y hacer foco. Muevo esto y aquello, y todo mi cuerpo se mueve a la vez.
Nombrar antes está bien, nombrar durante no tanto, es más difícil… siempre hay un “antes”.
Tengo sueño. Tomo nota, y tomo mate. ¿Qué más?

Impresiones del hogar en Villa Chartas

 No tengo muchas ganas de hablar hoy, volví a pintar y me llama el lenguaje del silencio.

Esto de improvisar palabras en voz alta no se me da fácil, cuando alguien me hace una pregunta y no me da tiempo para procesar no sé qué decir, casi siempre me quedo muda.
Prefiero escribir.
A las 6 de la tarde, la luz de la ventana en la pared dibuja formas Art Nouveau y descubre un vidrio de colores fríos entre los demás que acunan la calidez del sol.
¿Cómo un rayo cálido puede volverse frío ante ciertos tactos?
¿Podría concluirse que el frío tiene preponderancia sobre la calidez?
Como si tuviera un gen dominante.
Quizá busque destacar entre los demás.
Quizá sea solo magia.

No hay resonancia
mi casa-útero no tiene eco
eco
eco
eco ECO
ECO eco ECO
El cuerpo está en silencio
no hay nadie
nadie hay /enlacasa/
Estam(d)os (d/e)n/ calma |:|

Una tarde en Salta (microrelato)

Estaba como quería, relajada en la terraza al pie del cerro, con su ladera detrás y la morgue del Hospital San Bernardo de frente. Tomaba mate con la Camila, la gatita de la casa, cuando sorpresivamente una bandada de pájaros y otros bichos salió en estampida desde el cerro hacia el centro de la ciudad. Primero fue el sonido ensordecedor, luego la nube negra en el cielo y finalmente el desequilibrio.

Movimiento. Temblor. ¿Sismo?
Si, era un sismo, que así como vino, pasó. El momento fue como una peli yanqui de catástrofe post apocalíptica, pero pasó. En esa época yo era joven y aguerrida así que no me preocupe demasiado. Tome unos mates más, me relajé de nuevo.
Mi sistema digestivo también se relajo y me fui para el baño.
Movimiento. Temblor. Sismo.
Siempre supe que la muerte me encontraría sentada en el inodoro pero, que me encuentren los rescatistas de turno en ese estado, hubiera sido demasiado.